Analizar el impacto es difícil e importante

Hace años escribí una reflexión titulada "Analizar las intenciones es difícil e importante" sobre lo confusas que son las intenciones. Pero la idea debe de haber estado cociéndose a fuego lento en mi cabeza durante años, porque la otra cara de la moneda me vino de golpe. Analizar el impacto, ya sea por orgullo o por responsabilidad, es igual de complicado, pero tenemos que afrontarlo si queremos crecer juntes.

Traducción de "Parsing impact is difficult and important" (Archivo) por Deepl, corregido por Sutty.

Hace años escribí una reflexión titulada "Analizar las intenciones es difícil e importante" sobre lo confusas que son las intenciones. Pero la idea debe de haber estado cociéndose a fuego lento en mi cabeza durante años, porque la otra cara de la moneda me vino de golpe. Analizar el impacto, ya sea por orgullo o por responsabilidad, es igual de complicado, pero tenemos que afrontarlo si queremos crecer juntes.

Estoy segure de que muches de ustedes habrán estado en algún círculo, proceso de grupo, reunión de organización o incluso riña romántica o de amistad y alguien habrá utilizado una herramienta o frase de una manera que parecía contraria al propósito de esa cosa. El ejemplo clásico de esto es el arquetipo "tenderqueer" donde utilizan la justicia social o el lenguaje del trauma de manera manipuladora, pero también he visto que ocurre con la mediación de conflictos, la comunicación, la facilitación o las herramientas de organización en general. He visto a hombres en particular aprender alguna técnica como la comunicación no violenta y utilizarla literalmente para eludir la rendición de cuentas en cuestión de minutos. Obviamente, esto es muy grave cuando se trata de actores activamente malintencionades, pero es igual de descerebrador cuando personas razonablemente bienintencionadas lo hacen simplemente porque no tienen una gran conciencia o autocontrol sobre las formas en que su trauma y enfermedad mental se manifiestan como reacciones a las cosas. Y lo peor de todo es que puede ser muy confuso y delicado denunciarlo en el momento.

El nivel uno de conciencia en estos ámbitos es el de la persona que cree que sólo importan sus intenciones. Esto es infinitamente molesto. "No quiseeeee ser racista. ¿¿¿¿No sabés que soy una buena persona?????" O exagerando un poco: "No quería hacerte daño cuando te di una patada en la cara. Simplemente ocurrió así. En realidad, no fue culpa mía porque tenía pensamientos felices".

Así que cuando esta persona se encuentra en alguna situación que le obliga a crecer, normalmente el siguiente paso es la discusión entre intención e impacto. Ya hablé de esto en el ensayo anterior, así que no voy a profundizar mucho en ello, pero basta con decir: La intención puede impactar... bueno... impactar pero también, el impacto definitivamente importa más que la intención. Sin embargo, la mayoría de la gente sólo llega hasta aquí en sus reflexiones. Sin embargo, creo que hay algunas líneas más finas aquí de lo que estamos acostumbrades a reconocer que podría resultar un poco picante, pero son muuuuuy importantes si alguna vez queremos escapar de la rutina de la comunicación de mierda y la rendición de cuentas en la que hemos caído nosotres como especie y también dentro de los movimientos políticos.

Utilizaré una situación que tode activista queer o a largo plazo ha visto o le ha sucedido directamente (¡o probablemente a nosotres mismes a cierta escala!). Llamemos a la primera persona le "Malhechore". Ahora bien, lo malo que hizo le malhechore puede que ni siquiera sea tan malo. Puede que no sea malo en absoluto. Aunque también podría ser bastante malo. Pero el impacto es desproporcionadamente colosal. Presentando...... le Experimentadore de Cosas Malas (ECM). La cuestión es que le malhechore puede haber cometido un error, pero lo que probablemente no vio venir es que le ECM (que incluso puede ser alguien que ama profundamente añadiendo traición al ruido) está a punto de tener una respuesta de trauma y de enfermedad mental que es salvajemente desproporcionada a la Cosa Mala en sí. En las comunidades anarquistas y otras comunidades activistas, le ECM a menudo pedirá un proceso formal de rendición de cuentas o, al menos, utilizará el lenguaje de la rendición de cuentas y la violencia para intentar expresar lo mal que se sintió. Pueden incluso distorsionar los hechos de la situación para explicar mejor (sobre todo a sí mismes) lo mal que se sienten. En las comunidades queer no radicales, esto se convierte en toneladas de drama, cotilleos y acusaciones. En cualquier caso, el daño emocional individual y comunitario resultante puede ser profundamente perturbador y tardar años en aclararse, si es que llega a aclararse.

Así que puede que le malhechore haya hecho algo malo y puede que ese algo malo haya desencadenado la respuesta que tuvo le ECM, pero ¿es realmente culpa suya? ¿Son responsables de ese impacto? Es evidente que no. O al menos no en su totalidad. Quien o lo que sea que está en la cabeza de le ECM que le hizo tan delicade e hiper-sensible en esta área tiene claramente la mayor parte de la culpa. Pero probablemente estén muy lejos en el tiempo y/o en el espacio de lo que sea que esté ocurriendo. Así que la única persona que recibe el golpe es le malhechore.

Incluso podría ser algo como que alguien dijera algo ligeramente transfóbico, golpeara mi sistema nervioso central y yo respondiera con la ira de todes les trans que han sufrido algún daño en algún lugar. Es como si esa persona hubiera inventado la transfobia y le hubiera dado una patada a mi perrx (y ni siquiera tengo perrx). Otro territorio obviamente fértil para este tipo de cosas son los celos en cualquier relación, pero especialmente en el contexto de la no-monogamia. "¿De verdad te enganchaste con elles? Siento que me muero y es culpa tuya por salir con elles cuando sabías que me podía dar un ataque de ansiedad!"

Así que estos escenarios hacen visible parte de la cuestión del impacto, pero hay otros ejemplos que creo que se aplican a una franja aún más amplia de personas. Al parecer, la mayoría de la gente experimenta cantidades considerables de vergüenza en sus vidas y algunas personas experimentan toneladas de ella inexplicablemente persiguiéndoles en cada momento de su vida. ¿Y qué carajo es la vergüenza? ¿La sensación de ser permanentemente male? ¿El pecado original, pero aún más vago? ¿*-ismos interiorizados como armas? Sea lo que sea, cae fatal y arruina la vida y la autoestima de la gente. Pero uno de los impactos comunes de las personas con una fuerte respuesta de vergüenza es interpretar las críticas legítimas como un ataque a su carácter fundamental (también puede haber cosas de neurodiversidad aquí). Una persona dice "che, rescatate, te mandaste un moco" y le receptore escucha "eres un pedazo de mierda inútil, andate a cagar". Obviamente, este tipo de respuesta vergonzosa está fuera del control y la responsabilidad de la primera persona que habla, incluso si ha expresado su punto de vista sin mimar a le receptore.

Lo que estos dos ejemplos tienen en común es, obviamente, que hubo un impacto más allá de cualquier cosa por la que la persona inicial deba sentirse mal o de la que deba responsabilizarse. Lo que también tienen en común es que la persona receptora no se responsabilizó de su propia reacción, por muy urgente y natural que pareciera en ese momento. ¿Y quién de nosotres no comprende la difícil situación de le receptore? ¿Grandes sentimientos? ¿Vergüenza? ¿Disparos? ¿Puro terror? Sí, es así. Y seguro que el trauma que nos hicieron no fue culpa nuestra, así que ¿cómo podrían ser nuestras respuestas al trauma nuestra responsabilidad? Y aquí es donde la cosa se complica porque, aunque nuestra respuesta interna no sea culpa nuestra, la forma en que la manejamos sí entra dentro de nuestra responsabilidad personal. Tenemos el deber de aprender sobre nosotres mismes --nuestras debilidades, miedos y oscuros quebrantos-- aunque sólo sea para proteger mejor a aquelles a quienes amamos y con quienes nos relacionamos. Pero también es de vital importancia para crecer en compasión por nuestros pequeños y extraños corazones y cerebros.

Así que si analizar las intenciones es complicado, analizar el impacto tiene que ser igual de difícil. Porque aunque el trauma y la enfermedad mental de una persona no sean culpa nuestra, amar a alguien también significa aprender a sortear sus minas terrestres (por el bien de ambas personas 😅). Y al fin y al cabo, ¿a quién le importa categorizar estrictamente la culpa? Resulta básicamente imposible cuando te adentras en la complejidad caótica de impactos de segundo orden (es decir, las ondas de nuestras acciones). Es una tontería y un foco de enrosques. Pero y esto es un gran pero, aunque el impacto es más importante que la intención, todes tenemos que ser muy valientes cuando se trata de asumir nuestra mierda en cada lado de un conflicto.

No tengo ni idea de cómo separar limpiamente el daño causado de las enfermedades mentales y los traumas preexistentes. Es mucho más fácil caer en cosas como el Error Fundamental de Atribución ("he tenido un mal día pero tú eres un yuto demonio" o, a la inversa, "elles tienen muchas dificultades y yo sólo soy una mierda"). Pero en la medida en que podamos hacer el trabajo de la empatía y vadear a través de nuestra propia vergüenza con el fin de llegar a alguna vulnerabilidad significativa, la culpa y la empatía, podemos ser capaces de trascender mejor el conflicto, ser responsables, cuidar de nosotres mismes, sanar el trauma de la relación y aprender unes de otres en niveles más profundos.

Pero de todos modos, si odiaste este ensayo no es mi culpa porque soy realmente perfecte.